Angra Dos Reis

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Angra dos Reis pertenece al estado de Río de Janeiro (Mapa de Rio de Janeiro), y está situada en la Costa Verde, cerca del límite con San Pablo. Angra dos Reis tiene un fácil acceso desde otras partes de Brasil porque se encuentra a orillas de la ruta Río-Santos (BR-101).


Formada por 365 islas y dos mil playas de una belleza natural y exótica.

Entre todas las islas de Angra dos Reis, Ilha Grande es la más hermosa de todas. Esta isla es un paraíso que reúne una mezcla de las playas más lindas -muchas de ellas desiertas-, cascadas, senderos y una iglesia colorida en su centro. Anteriormente, Angra dos Reis era el puerto más importante del litoral del estado de Río de Janeiro y llegaban barcos mercantes de todo el mundo. En la época de los esclavos, cientos de barcos negreros llegaban a este puerto de Angra dos Reis para abastecer de mano de obra a las plantaciones de café de la zona.
Hoy en día, Angra dos Reis es uno de los referentes de Brasil más importantes con respecto al turismo nacional e internacional. En Angra además, se encuentran las únicas centrales nucleares brasileras: Angra I y Angra II.


Con respecto al clima, en Angra dos Reis no hay estación seca. El clima allí es caliente y húmedo. La temperatura media anual es de unos 24ºC; la temperatura mínima es entre los 18 y los 21ºC y la temperatura máxima varía entre los 27 y los 30ºC.

Ver:

Recife, capital del estado de Pernanbuco

Recife, a un poco más de 800 kilómetros de Salvador de Bahía, es la capital del Estado de Pernambuco. Recife es una ciudad de modernas avenidas y rascacielos, atravesada por canales y puentes sobre los ríos Capibaribe y Beberibe, razón por la cual es conocida como “la Venecia de Brasil”.
También conviven en Recife numerosos edificios coloniales y callejones tradicionales. Recife es una mezcla de pasado y presente, y el arte y la cultura están impregnados en la vida en general.
El Recife histórico o antiguo, casco colonial de mediados del siglo XVI y XVIII, es un patrimonio arquitectónico e histórico de la capital de Pernambuco y un legado de los colonizadores holandeses y portugueses. Esto se ve reflejado en sus casas, caserones fuertes antiguos y lindísimas iglesias barrocas como la Capilla Dorada.
Los museos de Recife, no sólo cuentan su historia, sino que presentan su riquísima cultura. En el Museu do Homem do Nordeste posee una significativa colección que permite al visitante hacer un viaje al pasado, a la cultura del azúcar y a lo más genuino del arte popular de Pernambuco. A sólo unos 16 kilómetros de Recife y en las orillas del río Capibaribe, se levanta el museo/estudio del artista plástico Francisco Brennand.
A este museo se lo llama también “Catedral del Arte”, y en él se exponen dos mil piezas del mencionado artista. En Santo Amaro, Boa Vista, y Santo Antonio, distritos próximos a Recife, también contienen importantes muestras del patrimonio arquitectónico de la capital, con lujosas iglesias de estilo barroco y otros sitios de interés histórico.
El Convento de San Francisco y la Capilla Dorada albergan en su interior la opulencia de la época de la caña de azúcar. Otras obras de inmenso valor arquitectónico en el centro son el Teatro Santa Isabel, el Patio de San Pedro, la Casa de la Cultura (que fue una cárcel y ahora tiene muchos locales de artesanías y arte popular), y la refaccionada Rua da Aurora.
Sus islas, puentes y grandes vías fluviales le dan un toque único y diferente a Recife. Lleno de restaurantes y con una agitada vida nocturna, Recife es el lugar preferido por numerosos turistas. Recife también cuenta con una excelente infraestructura turística. Más al sur de Recife se levantan las zonas turísticas de Pina y Boa Viagem, una costa de arenas blancas y mucho sol. Protegidas por un enorme banco de arrecifes de corales, esta barrera natural da un calmo oleaje y numerosas piscinas naturales durante la marea baja.

Cristo redentor


Todos los datos
La estatua de Cristo Redentor está situada a 709 metros sobre el nivel del mar, y se localiza en la ciudad de Río de Janeiro, en la cima del cerro del Corcovado. Tiene una altura total de 38 m, pero 8 m pertenecen al pedestal. Fue inaugurado el 12 de octubre de 1931, después de aproximadamente cinco años de obras.
La construcción de un monumento religioso en la ciudad fue sugerido por primera vez en 1859, por el padre Pedro Maria Boss y la Princesa Isabel. Se retomó la idea en 1921, cuando se aproximaba la conmemoración por el centenario de la Independencia.
La primera piedra de la estatua fue colocada el 4 de abril de 1922 y las obras fueron iniciadas en 1926. Entre otras personas que colaboraron para la realización pueden ser citados los ingenieros Heitor da Silva Costa (autor del proyecto), el artista plástico Carlos Oswald (autor del diseño final del monumento) y el escultor francés Paul Landowski(ejecutor la cabeza y las manos de la escultura).
La construcción de hormigón armado, de más de 1.000 toneladas, combina ingeniería, arquitectura y escultura, y tiene entre sus logros el hecho de que nadie muriera en accidente durante las obras, algo que no era normal en la época y con proyectos de esa dimensión. Por las condiciones de construcción, sobre una base en la que casi no cabía el andamio, con fuertes vientos, y la estructura de la estatua, cuyos brazos se extienden hacia el vacío y la cabeza queda inclinada en un desafío a la ingeniería, Levy calificó la obra de "hercúlea".
En la ceremonia de inauguración estaba previsto que la iluminación del monumento fuera accionada desde la ciudad italiana de Nápoles, donde el científico italiano Guillermo Marconi emitiría una señal eléctrica que sería retransmitida por una antena situada en el barrio carioca de Jacarepaguá, vía una estación receptora localizada en Dorchester, Inglaterra. Sin embargo, el mal tiempo imposibilitó la hazaña y la iluminación fue finalmente accionada directamente desde el local.
El sistema de iluminación fue sustituido dos veces: en 1932 y en 2000. Restaurado en 1980, con motivo de la visita del papa Juan Pablo II, y nuevamente en 1990. En 2003 fue inaugurado un sistema de escaleras mecánicas para facilitar el acceso a la plataforma donde se eleva la estatua.
Conocido como símbolo no solo de la ciudad de Río de Janeiro, sino también de Brasil, la estatua de Cristo Redentor es captada por las lentes de dos millones de turistas que contemplan y trasforman este punto turístico en una verdadera “torre de Babel”.
Via/Wikipedia

Ver:
- Bossa Nova, uno de los rostros de la música brasileña.
- Pipa y Natal, aguas verdes, calmas y cálidas.

Curitiba. Datos de una ciudad que crece.

Curitiba es una ciudad brasileña, capital del estado del Paraná, localizada en el primer altiplano paranaense. De acuerdo con la estimación de 2006, su población es de 1.788.559 habitantes, siendo la mayor ciudad del sur del país. Genera un PIB de 19.109.744.000,00 reales (el mayor de las capitales de la región Sur de Brasil, y el tercero mayor a nivel nacional). La Región Metropolitana de Curitiba está formada por 26 municipios, agrupados en cinco microrregiones, con un total de 3.595.662 de habitantes en 2006.
Con la instalación del polo automovilístico, el segundo mayor del país, la región metropolitana viene experimentando un alto índice de crecimiento poblacional y económico. Empresas como Audi, Volkswagen, Nissan, Renault, New Holland y Volvo traen a la ciudad una atmósfera cosmopolita, además de impulsar el comercio local con el mayor número de centros comerciales e hipermercados de la región sur.
Curitiba está entre los tres municipios con la mejor infraestructura del país, sólo por detrás de São Paulo y de Río de Janeiro, de acuerdo con un estudio realizado por la consultora paulista Simonsen Asociados, en colaboración con EXAME.
Curitiba es una de las cinco mejores ciudades para invertir de América Latina. Según una investigación de la revista América Economía, publicada en la edición Especial Ciudades 2006, que tiene como título "La Ciudad Innovadora", Curitiba está en cabeza, junto con importantes capitales como Ciudad de México, Buenos Aires y Brasilia, ocupando la quinta posición en el ranking. Se tuvo en cuenta las principales economías latinoamericanas o aquellas que tienen relevancia para los negocios realizados en el continente.
Los datos son de Wikipedia.

Salvador de Bahía. Una ciudad con mucha historia


Puerto de llegada de los navegantes portugueses a comienzos del siglo XVI, el estado brasileño de Bahía es una tierra de marcado acento afrobrasileño, que respira mestizaje cultural en todos sus rincones y arropa al visitante con su calor, su música y sus tradiciones.
Las incontables iglesias católicas conviven con las ceremonias de origen africano, que hoy se manifiestan en el candomblé; la cocina portuguesa, con ingredientes y temperos autóctonos y africanos; los fuertes que defendían la ciudad, con un puerto que ahora se abre al comercio y las embarcaciones de recreo.
Cuando el navegante Pedro Alvares Cabral atracó en 1500 en lo que hoy se conoce como Puerto Seguro, la región estaba poblada por los indios tupiniquim, una de las tribus del grupo tupí-guaraní que ocupaba buena parte del litoral de Brasil en esa época.


Más interesados por el comercio con las Indias que en los nuevos territorios, los portugueses ignoraron Brasil durante tres décadas, en las que no cesaron las incursiones de franceses, que no reconocían el Tratado de Tordesillas y codiciaban la madera de pau-bras.
Una orden del rey Juan III de Portugal llevó a la creación, en 1549, de Salvador como sede del gobierno general de Brasil y menos de un década después comenzaron a llegar los primeros esclavos (más del 37 por ciento de ellos entraron por Bahía).
Las batallas contra los franceses y los invasores holandeses, la esclavitud, los movimientos insurgentes e independentistas fueron dejando su huella en la ciudad, principal puerto de entrada del turismo que visita Bahía.Situada sobre una colina que domina la Bahía de Todos los Santos, Salvador sirvió como capital administrativa y religiosa de la colonia portuguesa hasta 1763, cuando fue llevada a Río de Janeiro.
Fue el centro del cultivo y el comercio de productos como el azúcar y el cacao. La abolición de la esclavitud y los problemas de la caña de azúcar, aceleraron el declive iniciado cuando perdió la capitalidad.
Es ese pasado colonial turbulento lo que hace hoy de Bahía y sus ciudades - desde Salvador, Cachoeira y Sao Felix hasta Porto Seguro, Ilheus o Lençois -, uno de los estados con mayor turismo de Brasil.
Más de cinco siglos han dejado un rico legado artístico, cultural y social, no siempre cuidado con el esmero que merece, pero que ha convertido a la ciudad, la Bahía de Todos los Santos y, en general, el estado, en un atractivo para el viajero.

Ver:
- Pelourinho, un barrio marginal con pasado aristocrático