Se inicia la campaña "Goal to Brasil" para el Mundial 2014

‘Goal to Brasil’ recorrerá 14 países para atraer a más de tres millones de turistas.
El Instituto Brasileño de Turismo (Embratur) ha iniciado en México, una gira denominada "Goal to Brasil", que será presentada en 14 países diferentes.

Para 2014, las autoridades prevén que más de 7,2 millones de turistas visiten Brasil. La expectativa es que el 25% de los turistas que asistan al Mundial de Fútbol visiten otros destinos turísticos. También se espera que conozcan las atracciones de las regiones de Brasil antes, durante y después de la competencia.


El objetivo de la gira es mostrar en cada país los avances en infraestructura, construcción de estadios, movilidad urbana, aeropuertos, red hotelera, entre otros, de cara a la Copa Mundial y los Juegos Olímpicos 2016.
Además busca resaltar la diversidad y modernidad del país, así como las atracciones que podrán experimentar aquellos que visiten las diferentes ciudades.
Brasil ocupa el séptimo lugar en el mundo como sede de eventos internacionales, como lo fue recientemente Río+20, en donde los asistentes destacaron el éxito en su organización.

Las actividades de promoción que se realizan en cada país incluyen workshops para operadores del turismo y agentes de viaje, además de la recepción denominada "Vivencia Brasileña". Ahí se expone la gastronomía, atracciones y experiencias brasileñas, ante distintas celebridades e íconos del deporte y turismo nacional.

En Brasil se estima que se invertirán algo así como 16.000 millones en su preparación para el Mundial.

Además espera a recibir tres millones de turistas nacionales y 600 mil extranjeros, durante la Copa Confederaciones de Fútbol y la Copa del Mundo.


También anunció que están llevando a cabo importantes inversiones en los sectores de seguridad, salud, defensa, energía y promoción cultural.

En el tema de telecomunicaciones, las inversiones calculadas son de $100 millones por lo que se utilizarán en las 12 ciudades sede, fibra óptica que ocuparán más de dos mil kilómetros.

Entre tanto, en seguridad pública, el Ministerio de Justicia destinó $585 millones para la adquisición de equipos y la construcción y reforma de centros integrados, regionales y nacionales de comando y control.
Siempre presente el fútbol en Brasil, también en sus playas

Se informó que entre los equipos ya adquiridos, se encuentra el kit anti-bomba, armamento, munición y salas seguras. Sin embargo falta la ejecución de $350 millones para el control del espacio aéreo, marítimo y fluvial y para la seguridad cibernética.
Si bien parte del camino ya está recorrido a Brasil aún le queda mucho por hacer de cara al mundial del próximo año.

Paula Chavez muy sensual y embarazadísima en las playas de Brasil


La modelo Paula Chaves de 28 años ya transita el último trimestre de su embarazo y cada vez falta menos para la llegada de Olivia.

La modelo, en pareja con Pedro Alfonso de 34 años, espera a su primera hija para agosto y posó súper sensual para Luz de Mar, la marca de bikinis que representa en las layas de Brasil.

Con las playas de Río de Janeiro como escenario natural, Paula posó para una bella producción en la que se la ve muy sexy, con sus curvas a full, en la playa y con un divertido paraguas con imágenes de la ciudad carioca.


Manaos, una ciudad perdida en el Amazonas y encontrada para el turismo


La pregunta es ¿por qué? ya que Manaos no pareciera tener ningún atractivo especial. Pues por­que es­te enorme centro urbano en donde viven casi dos mi­llo­nes de al­mas es el co­ra­zón del Ama­zo­nas, la sel­va más gran­de del mun­do y pul­món ele­men­tal del pla­ne­ta.
Pa­re­cie­ra que eso al­can­za­ra a de­cir­lo to­do, aun­que no: ade­más de ba­se de ope­ra­cio­nes pa­ra rea­li­zar cual­quier ex­cur­sión por la jun­gla y el río más cau­da­lo­so de la tie­rra, la ca­be­ce­ra del Es­ta­do de Ama­zo­nas es un pa­ra­dig­ma glo­bal, que a par­tir de su his­to­ria des­nu­da las fa­len­cias del ca­pi­ta­lis­mo, sus des­va­ríos y con­tra­dic­cio­nes.
Vista aérea de Manaos

 Manaos y las turbulencias del capitalismo desenfrenado
Fun­da­da en 1669, Ma­naos no so­ña­ba con des­ti­nos de gran­de­za. Has­ta que al­re­de­dor de 1850, Es­ta­dos Uni­dos in­ven­tó la cá­ma­ra neu­má­ti­ca pa­ra ves­tir las rue­das de los au­to­mó­vi­les y cam­bió el asun­to. Se­dien­tas de cau­cho, las em­pre­sas nor­tea­me­ri­ca­nas pu­sie­ron pie en la re­gión, don­de la ma­te­ria pri­ma ema­na­ba cual ver­gel. Así, la ciu­dad de­vi­no en me­tró­po­li, la po­bre­za en ri­que­za, y la sim­ple­za en lu­jo y os­ten­ta­ción. Enor­mes edi­fi­cios y pa­la­ce­tes empezaron a florecer en medio de la selva. La fiesta no fue eterna y du­ró en­tre 1850 y 1920, con un le­ve re­pun­te en­tre 1942 y 1945.
Método tradicional de extracción para elaboración del caucho
Hoy, el mu­ni­ci­pio ofre­ce aque­llas épo­cas de es­plen­dor a tra­vés de cons­truc­cio­nes co­mo El Pa­la­cio de Go­bier­no, la igle­sia de San Se­bas­tián y el Tea­tro Ama­zo­nas, íco­no má­xi­mo de la ur­be.  Lo que tam­po­co es­con­de es lo que si­guió al fin de la fie­bre del cau­cho: el de­te­rio­ro ge­ne­ral de una ca­pi­tal que pa­só de la glo­ria a la de­ca­den­cia en unos po­cos años.
Con to­do, la sép­ti­ma ciu­dad de Bra­sil lo­gra cau­ti­var al via­je­ro. Lo ha­ce con ca­lles y ave­ni­das don­de la idio­sin­cra­sia lo­cal se de­sen­vuel­ve di­li­gen­te, fun­da­men­tal­men­te a par­tir de los mer­ca­dos po­pu­la­res y puestos en la zo­na del puer­to.

Hu­me­dad en el ai­re, cie­lo que cam­bia sol por di­lu­vio en se­gun­dos y el co­lor de un pue­blo en ojo­tas mo­vién­do­se al rit­mo tro­pi­cal. El am­bien­te es de­ses­truc­tu­ra­do en ca­da de­ta­lle, con la aten­ción siem­pre pues­ta en lo que pa­sa en la cos­ta­ne­ra. Y es que ahí es­tá él, el río Ne­gro, el ma­yor afluen­te del río Ama­zo­nas. Co­lo­sal, bus­ca con­tar­nos so­bre otras di­men­sio­nes, las que mar­can las aguas. Sus con­fi­den­tes son las de­ce­nas de bar­cos que pron­to sal­drán con rum­bo nor­te, sur, es­te y oes­te. El via­je tie­ne que ser en na­vío, por­que en la sel­va no hay ru­tas.


Paseos por la Selva Amazónica
 A bor­do de una de es­tas em­bar­ca­cio­nes, nos dis­po­ne­mos a re­co­rrer la sel­va. An­tes, pa­sea­mos por la pla­ya de Pon­ta Ne­gra, el puen­te Ma­naos-Iran­du­ba y el fa­mo­so “En­cuen­tro das águas”, don­de el Río Ne­gro, de aguas os­cu­ras, se jun­ta con el Río So­li­moes, de aguas cla­ras. El con­tras­te en­tre am­bas to­na­li­da­des, cons­ta­ta­ble du­ran­te va­rios ki­ló­me­tros de su­per­fi­cie, plas­ma un es­pec­tá­cu­lo úni­co.
Aho­ra sí, a su­mer­gir­nos en la jun­gla y en lo des­co­no­ci­do. De la ma­no de un guía tu­rís­ti­co, des­cu­bri­mos una por­ción de es­te uni­ver­so lla­ma­do Ama­zo­nas. Es ape­nas una piz­ca de los seis mi­llo­nes de ki­ló­me­tros cua­dra­dos de es­pe­su­ra, ho­gar de unas 70 mil es­pe­cies de ár­bo­les, 100 mil de plan­tas y dos mil de ani­ma­les. Sur­can­do el ver­de, lle­ga­mos has­ta una ca­ba­ña ro­dea­da ex­clu­si­va­men­te de na­tu­ra­le­za. A par­tir de en­ton­ces, la ac­ti­vi­dad se­rá per­ma­nen­te. Ca­mi­na­tas en­tre el fo­lla­je, con­tac­to con tri­bus in­dí­ge­nas, avis­ta­mien­to de aves, cai­ma­nes, mo­nos y has­ta del­fi­nes ro­sa­dos. Man­gos que caen de los ár­bo­les, pi­ra­ñas pa­ra pes­car. Mu­cha mís­ti­ca dan­do vuel­ta y la sen­sa­ción de es­tar cer­ca­do por el en­tor­no más sal­va­je que po­da­mos ima­gi­nar.

Teatro de Manaos, sobreviviente del antiguo esplendor


Natalia Fassi y los riesgos de "jugar" en las playas de Brasil


"Lo bueno es que el agua no se llevó mi bikini, solo me la bajó" dijo la modelo para explicar su percance.

Natalia Fassi está de vacaciones en Brasil más precisamente en Rio de Janeiro donde disfruta de unos días de sol y playa.

La modelo que disfrutaba del mar y sus olas, en uno de sus baños fue sorprendida por una ola.

El hecho quedó reflejado en el semanario, al que la joven mamá explicó "¿qué mujer no tuvo un accidente en el mar cuando vino una ola fuerte? Lo bueno es que el agua no se llevó mi bikini y sólo me la bajó”.

Finalmente indicó que si bien al principio sintió vergüenza, luego se lo tomó con simpatía.