Duarte Coelho Pereira |
Entre 1630 y 1654, quedó bajo el dominio holandés, pasando por importantes transformaciones culturales, económicas y sociales en gobierno del conde Juan Mauricio de Nassau-Siegen.
Al final, Portugal consiguió expulsar a los holandeses. El sentimiento nativista y autonomista, consecuente de la expulsión de los holandeses, acabó provocando la Guerra de los Mascates (entre Olinda y Recife), en 1711. A partir de ese momento y con la decadencia de la producción azucarera, la región entró en declive. En el siglo XIX, Pernambuco fue escenario de una serie de revueltas separatistas, verificadas en 1811 (Conspiración de los Suaçunas), 1817 (Revolución Pernambucana), 1825 (Confederación del Ecuador) y 1848 (Revolución Playera).