En una vibrante homilía ante un templo colmado de peregrinos, el papa argentino exhortó a "mantener la esperanza, dejarse sorprender por Dios y vivir con alegría" y pidió ayudar a los jóvenes a ser "protagonistas de la construcción de un mundo mejor", ya que "son un motor poderoso para la sociedad".
"Hoy he querido venir aquí para pedir a María, nuestra Madre, por el éxito de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y poner a sus pies la vida del pueblo latinoamericano", señaló el papa Jorge Bergoglio, en la primera misa pública desde que llegó a Brasil, su primer viaje internacional.
Al terminar la misa, el papa dirigió un mensaje en castellano para la multitud que se congregó en los alrededores del templo, en el que prometió volver a Aparecida en 2017 -cuando se cumplan 300 años de la aparición de la imagen a unos pescadores- y bendijo a los fieles con una réplica que le regalaron y que llevó tiernamente en sus brazos al salir del santuario.
"Vengo a llamar a la puerta de la casa de María para que nos ayude a todos nosotros -pastores, padres y educadores- a transmitir a nuestros jóvenes los valores que los hagan artífices de una una nación y un mundo más justo, solidario y fraterno", dijo en la homilía.