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Citrus, un balón revolucionario con toda la tecnología

Balón Citrus
Es probable que en la Copa del Mundo Brasil 2014 se juegue con un balón que se ilumine cuando marquen un gol, capaz de detectar si un jugador comentió "mano", de medir el recorrido de la pelota, el tiempo de poseción de cada equipo o simplemente si pasó la línea de gol o no y cuente con una cámara interna capaz de registrar hasta las acciones más sutiles del juego. Se trata del Balón Citrus, una pelota sin aire diseñada por los mexicanos Alberto Villarreal y Michel Rojkind, capaz de cambiar los conceptos actuales del fútbol.

Es una especie de balón con ojos, que por tener una cámara en su interior, podrá reproducir imágenes desde el punto de vista de la pelota, algo imposible de lograr, a pesar de los grandes adelantos tecnológicos de la televisión.

Alberto Villareal
"Citrus", que pronto pasará por pruebas de laboratorio para ser ajustado antes de venderse, saltará en la cancha cubierto por un elastómero, polímero con un comportamiento elástico, y contará con un microprocesador y una cámara,
"Cuando se use, los árbitros podrán tomar decisiones más justas por la información que recibirán", apunta Villarreal, jugador aficionado de fútbol siete en la Ciudad de México.

En las Copas del Mundo, los balones han evolucionado poco desde que la empresa Adidas presentó aquel modelo de cuero bautizado como "Telstar", que rodó en el Mundial de México-1970, ganado por Brasil. Era una pelota con 32 pentágonos, 20 blancos y 12 negros, considerada la más redonda de la época.

En Argentina 1978 surgió la propuesta llamada "Tango" con las piezas tríadas que al rodar el balón daba la impresión de 12 círculos idénticos y en el Mundial de Corea-Japón, en 2002 se rompió la tradición con el "Fevernova", con una capa de espuma sintética y un diseño en colores, parecido al "Teamgesit" usado en Alemania 2006 y con poco cambio respecto al "Jalubani" de Sudáfrica 2010, criticado por ser demasiado liviano.

Jabulani , palabra que en idioma zulú significa "celebrar",  tiene una redondez exacta gracias a ocho paneles en tercera dimensión moldeados de manera perfecta, pero ha recibido críticas de los mejores porteros del mundo que la consideran difícil de controlar. "Citrus" propone un cambio total con respecto a ese modelo y a los anteriores.

Michel Rojkind, un arquitecto que llegó a ser el baterista del cantante mexicano Alex Synteck, fue el que propuso la creación de "Citrus". Junto a Villarreal y tres colaboradores discutió cómo llevar el proyecto a realidad y meses después lograron un prototipo rígido, listo para pasar por una prueba de laboratorio para determinar qué tipo de elastómero será el ideal y comprobar sus características aerodinámicas, la resistencia al viento y sus componentes electrónicos.

Balón Jabulani 2012
Rojkind y Villarreal han tenido acercamientos a algunas de las grandes marcas deportivas del mundo, pero no firman ningún contrato con ninguna. De hacerlo con Adidas, patrocinadora del próximo Mundial, el balón "Citrus" podría ser candidato a aparecer en la Copa de Brasil 2014 o en la de 2018, con sede por definir, aunque los mismos creadores del artículo lo ven difícil.

"La tecnología entró de lleno a deportes como el fútbol americano, el tenis o el atletismo, pero la FIFA no la quiere en el fútbol. Poco a poco el organismo tendrá más presión, pero no sabemos si acepten propuestas tan radicales como la nuestra", reconoce Alberto Villarreal.

Por lo pronto los inventores mexicanos ya han tenido contactos con empresas de Kuwait y Emiratos Árabes
Alberto Villarreal y Michel Rojkind
interesadas en desarrollar el fútbol y van paso a paso. "Sólo nos acercaremos a la FIFA si firmamos un contrato con una marca de las grandes", agrega Villarreal.

"Citrus" tendrá una versión profesional con un costo de unos 300 dólares, pero los diseñadores de la pelota crearán una para el fútbol callejero que se podrá encontrar en las tiendas en alrededor de 50 dólares porque carecerá de los componentes electrónicos. Será un balón más sencillo, pero con la ventaja de tener más vida útil que cualquiera de los actuales porque éste ni se poncha ni pierda la forma por el uso, además de ser más resistente a las variaciones de temperatura y al agua.