Carnavales en Olinda

 La magia del carnaval de Olinda radica en que se basa en la historia y en las tradiciones del lugar, reviviendo el pasado a través de los ritmos tradicionales de Pernambuco. Con sus danzas entrelaza las cultura portuguesa y africana.
Lugareños y turistas se mezclan año tras año en las calles coloniales, disfrazados y dispuestos a bailar al ritmo de los “blocos da troca” y los muñecos gigantes. Estos "bonecos" son el emblema del carnaval de Olinda, representando diferentes personajes para componer las historias relatadas por cada agrupación.

Durante diez días, Olinda recibe gran cantidad de visitantes. Los turistas se acercan a sus calles antiguas a contemplar las bellezas arquitectónicas de estilo barroco, mientras bailan sin parar entre muñecos de cartón, al son del Frevo, el Samba Preto Velho, el Maracatu afro-brasileño y la música de los "blocos da troca".

 Los blocos de maracatus desfilan por las calles con sus disfraces y ritmos. Son afro-brasileños, que continúan trabajando en los ingenios de caña de azúcar. Conforman una corte presidida por un rey con espada y una reina con un muñeco de niño. Los reyes desfilan y el brujo desfila tras ellos, con un enorme sombrero emplumado. Los guerreros caboclos danzan con sus espadas con plumeros, con las que espantan los malos espíritus.
Un grupo de hombres enganchados a caballos de cartón pasea azotando el suelo con sus látigos para limpiar el aire de las adversidades. Como vigilando el buen desempeño del carnaval de Olinda, un grupo de payasos baila y corre entre la gente.

Para muchos el carnaval de Olinda es el más popular de Brasil en el sentido más estricto del término, ya que es verdaderamente protagonizado por el pueblo. Mientras que las fiestas de Rio y Bahía son admiradas como espectáculos de fama mundial, en Olinda el carnaval presenta una conexión más profunda con sus raíce y tradiciones locales.
Los turistas que viajan a Olinda para disfrutar del carnaval se encontrarán entonces no solo con grandes jornadas de música y diversión, sino también entrarán en contacto directo con las tradiciones más longevas de la cultura local.
 El Carnaval de Olinda se distingue también por su carácter espontáneo: no hay una programación fija ni lugares especialmente designados para el festejo. Durante los días que dura el carnaval, todas las horas y todas las calles se abren a la celebración, con desfiles genuinos desde la mañana hasta avanzada la noche.


Este mágico escenario colonial confiere aún más encanto a los desfiles. Estos desfiles son protagonizados por las asociaciones de carnaval de la ciudad. Olinda cuenta con 500 agrupaciones de este tipo, lo cual, sumado a los espectadores, da un total de un millón de personas bailando y saltando por las estrechas calles de piedra de la ciudad.


Si va a visitar el carnaval de Olinda deberá tener en cuenta:
Que por la alta concurrencia es importante planear con anticipación el viaje. Los alojamientos suelen colmar su capacidad durante estas fechas (generalmente entre febrero y marzo, variando según el calendario religioso anual), por lo que las reservas deben realizarse varios meses antes.
Los precios, como en toda temporada alta, se incrementan respecto al resto del año. Los hoteles suelen publicar sus tarifas para carnaval durante el mes de julio, aunque muchos no lo hacen hasta octubre.
Una idea interesante podría ser reservar alojamiento en Recife, a solo 6 kilómetros de Olinda. Recife por ser una ciudad más importante cuenta con mayor cantidad de lugares de hospedaje, facilitando la reserva de hoteles convenientes. Hay gran cantidad de transportes entre las dos ciudades, por lo que perfectamente se puede disfrutar de ambos carnavales en una sola estadía.