Manaos es un espacio urbano en medio de la inmensidad del bosque amazónico. Es también capital del Estado de Amazonas, y puerta de entrada a la selva por la región Norte.
Alrededor de 2.4 millones de habitantes viven en Amazonas, de los cuales el 48% reside en Manaos.
Manaos se yergue moderna y amazónica a orillas del río Negro.
Su origen y apogeo
El orígen de Manaos se remonta al siglo XVII cuando se construyó en su territorio el Forte de Sao José da Barra do Rio Negro, con la finalidad de proteger la región de la invasión de ejércitos europeos adversarios del imperio portugués.
La región era habitada por indios Manaos, circunstancia que más tarde motivó el nombre de la ciudad.
A fines del siglo XIX colmó su selva tropical de lujosas edificaciones que reproducían los estilos arquitectónicos de moda en Europa. Esto fue posible gracias a la explotación masiva del árbol de caucho, el cual propició la descomunal riqueza que amasaron sus empresarios.
El éxito económico de muchos comerciantes dio lugar a fortunas inverosímiles y expresiones delirantes de pompa y boato en la arquitectura. Ese período de bonanza surrealista es conocido como el Ciclo de la Goma.
Uno de los mayores símbolos del desarrollo económico de aquel período es el Teatro Amazonas que solía acoger a famosas compañías europeas de ópera.
El turista puede apreciar en Manaos el Teatro Amazonas, con su fachada de piedras inglesas, tejas francesas y mármol italiano.
El declive de Manaos
El predominio del caucho asiático a partir de 1920 marcó el inicio del declive económico de la región. En 1967 se crea la Zona Franca de Manaos, un polo industrial con reducción de impuestos para la importación y la exportación, el cual se mantiene hasta hoy. Junto al turismo y a la explotación forestal, la Zona Franca sustenta la economía de la ciudad.
Foto: El espectacular Teatro Amazonas de Manaos.