São José dos Campos es un municipio del Estado de São Paulo, Brasil. Localizado en el Vale do Paraíba, São José dos Campos es considerado el mayor centro de investigaciones en alta tecnología, automovilístico y de telecomunicaciones, material bélico, electroelectrónicos, metalúrgica y sede del mayor complejo aeroespacial de Latinoamérica. Aquí están instaladas importantes multinacionales como Philips, Panasonic, Johnson & Johnson, General Motors (GM), Petrobras, Ericsson, Monsanto, la sede de Embraer, con la tercera pista de aviones más larga del mundo, entre otras compañías más. En el sector aeroespacial destaca el CTA, el INPE, el IEAV, el IAE y la ITA. Es la séptima ciudad del Estado.
Según un estudio de las Naciones Unidas en 1999, San José dos Campos fue clasificada como una de las 25 mejores ciudades de Brasil en cuanto a calidad de vida. Con su alta renta per cápita, gran expectativa de vida e infraestructura de alto nivel, São José dos Campos es una ciudad segura que ofrece una gran variedad de comercios y servicios.
Cuando fue puesta en vigor la Ley del 10 de septiembre de 1611 que reglamentaba la localización de aldeas indígenas en los puntos más convenientes para los intereses del Reino, los indios se establecieron en el interior. Entre las antiguas aldeas, separadas de Piratininga y que merecerían más tarde la atención de los jesuitas, figuraba la aldea de São José localizada en el barrio de Río Comprido, a diez kilómetros de donde hoy se sitúa la ciudad. En aquel entonces, los religiosos consiguieron entenderse con los indios y ofrecer cierto ritmo de vida a la aldea, aunque, debido a las desventajas de su localización, decidieron buscar un punto mejor.
Desde 1643 hasta 1660, los religiosos obtuvieron varias leguas de tierra concedidas por João Luis Mafra, caballero hidalgo de Su Majestad, tierras que fueron cediendo a los indios. Los terrenos, situados en una magnifica planicie, constituyen el actual emplazamiento de São José dos Campos. La aldea progresaba cada vez más, llegando a merecer el título de "Vila Nova de São José".
La organización urbana de la aldea, en el plano teórico y práctico es atribuida al padre jesuita Manoel de Leão, cuya principal ocupación era ser administrador. Radicado en São Paulo desde 1663, se encontraba al frente de las haciendas más remotas.
En 1759, los jesuitas fueron expulsados y con ello algunos blancos se agregaron a los indios bajo el mando de José de Araújo Coimbra, Capitán Mayor de Jacareí e impulsaron el poblamiento de la aldea. Por orden del gobernador general, D. Luís António de Sousa Botelho Mourão, el 27 de julio de 1767 fue creada la villa con el nombre de São José do Paraíba, de manos del Corregidor Salvador Pereira da Silva.
A partir de 1871, el municipio pasa por fases distintas donde tiene preponderancia el cultivo del café.
La principal dificultad de São José era el hecho de que la Estrada Real pasaba fuera de sus dominios. El algodón tuvo una rápida evolución en la región cuando São José consiguió cierta importancia y cuya producción alcanzó su máximo apogeo en 1864. En este mismo año, el 22 de abril, la Villa es elevada a la categoría de ciudad y en 1871 recibe su actual denominación de São José dos Campos, seguida por la creación de la Comarca en 1872.
Casi simultáneamente, se desarrolla la cultura cafetalera en el Valle del Paraíba que comienza a destacarse a partir de 1870, contando ya inclusive, con la participación de São José. Sin embargo no fue hasta 1886 que la producción cafetalera joseense alcanza su auge, cuando cuenta ya con el apoyo de la Estrada de Ferro inaugurada en 1877, época en que viene deteriorándose la producción cafetalera en la región, consiguiendo mantenerse en São José dos Campos hasta cerca de 1930.
El proceso de industrialización del municipio toma impulso a partir de la instalación del Centro Técnico de Aeronáutica-CTA, en 1950 y con la inauguración de la Autopista Presidente Dutra, posibilitando así una conexión más rápida entre Río de Janeiro y São Paulo y cortando la parte urbana de São José dos Campos.
La suma de estos factores permitió que el municipio evolucionara hacia el potencial científico-tecnológico en que se encuentra.