Arraial do cabo posee posee once balnearios, algunos de los cuales se encuentran entre las playas más hermosas de Brasil.
Para muchos la más bonita es Brasi, en la Ilha do Farol (Isla del Faro), que es una reserva natural y posee un kilómetro de largo de arenas blancas que se combina con el azul y el verde del mar.
A esta maravillosa playa, que pertenece la armada brasileña, se accede a través de excursiones en barco, y los visitantes sólo pueden permanecer por un breve período de aproximadamente una hora.
El arena es blanca, y por tratarse de una reserva natural, está prohibido bajar con calzado, por lo que los visitantes, que son trasladados hasta la costa en botes inflables, deben hacerlos descalzos. Sin embargo, por los nutrientes y el tipo de arena, fina y blanca como talco, no es caliente, por lo que caminar por ella es un sosiego, independientemente de que tan fuerte esté el sol..
Por sus aguas transparentes, por la protección que ofrece de los vientos y las corrientes o por la proximidad de los puntos de buceo, Arraial do Cabo es un destino obligado para los amantes del buceo.
Según la prensa especializada, esta región está señalada como el tercer mejor destino de buceo en Brasil, quedando detrás sólo de Fernando de Noronha y Abrolhos.
Después de casi media hora de recorrido a bordo del barco Piratas del Caribe y, tras pasar por la Gruta Azul, se llega al primer destino: Ilha do Farol, una de las playas más deslumbrantes de Brasil.
El paseo en barco es muy ameno, no sólo por los paisajes que se pueden apreciar y el color turquesa del agua, sino también porque la tripulación le pone ese toque brasileño que mezcla naturalidad y buena onda con zamba y las infaltables caipirinhas.
Antes de llegar a la Isla del Faro, el barco para en la Gruta Azul, una cueva en medio del mar cuyo interior toma ese color por las aguas turquesas.
Si bien el tiempo en la isla no es demasiado, es suficiente para caminar un rato por la playa, zambullirse en el mar turquesa o hacer un rato de snorkel, donde se puede apreciar la amplia y variada vida marina que hay en la zona.
Luego de unos 40 minutos, las balsas vuelven para devolver a los pasajeros al barco y continuar el camino. La próxima parada, a menos de diez minutos, es la Praia do Pontal do Atalaiao, también conocida como Prahinas, donde reina la calma de sus aguas.
Separadas por rocas, se divide en dos. El agua transparente y tranquila hace que sea perfecta para bañarse en el mar, que por las características propias del lugar se asemeja a una pileta natural.
Una alternativa para todo el año
Otra de las ventajas que tiene Arrial do Cabo –al igual que Buzios– es que es un destino para disfrutar todo el año, no sólo en temporada. El sol y el calor son una constante, por eso para aquellos que prefieren la serenidad, entre marzo y junio o entre setiembre y noviembre podrán gozar de unas excelentes vacaciones. Si bien el clima es siempre benévolo, en esa época es excelente y la playa ofrece mucho espacio para aprovechar de una absoluta tranquilidad. Además, las tarifas son más económicas, lo cual permite pasar unas vacaciones estupendas sin gastar demasiado dinero.
El paseo en barco a las playas de Arrial se puede hacer en excursión desde Buzios: dura casi todo el día. Incluye el traslado desde el hotel, el refrigerio, el barco y el almuerzo. Se puede practicar snorkel.
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