Durante dos días feriados, cuando playas como Copacabana, Ipanema o Arpoador se llenaron de visitantes, grupos de individuos se abalanzaron sobre personas que tomaban sol para robarles. Entre los pandilleros se detectaron menores de edad.
Playa de Arpoador en Rio de Janeiro |
La prensa brasileña calificó el episodio como un “arrastao”, cuando 20, 30 o 40 personas protagonizan un asalto y barren con las pertenencias de sus víctimas en medio de la confusión. Esos robos masivos en la playa eran frecuentes en otra época, pero habían desaparecido en los últimos años al volverse Rio de Janeiro una ciudad más segura, en gran parte por las operaciones militares que controlaron algunas de las peligrosas favelas donde se trafican drogas.
Policías de Rio de Janeiro |